RECORDAR, es algo lindo...
Recordé ser la niña más feliz en mi cumpleaños número 5, disfrutaba ser yo misma y reírme por nada en especial, recordaba que gritaba y pataleaba cuando algo me salia mal, de hecho los chicos no me importaban, y eran compañeros de juegos nomas, subirme a la silla, y hacer marabares (como decía mi papá) era todo una aventura cumplida, hacer caras graciosas y distraer la concentración de mis hermanos era algo que disfrutaba, nada por lo tanto me importaba, creía que era todo perfecto, como en los cuentos de hadas, gracias a dios tenía mi mamá y mi papá y de eso me aprovechaba, cuando algo quería, mentía que alguno de los dos me dejaba, y pensaba porque siempre sería así, cuando uno dice si el otro sigue la corriente, claro que ni lo analizaba.
Me encanta mi nombre, es decir, LO AMO:
SOLANGE MARIANELA AVILA
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